Por Leonardo Plata

LA justicia sigue siendo una utopía o quimera en la República Dominicana, ya sus los penes gordos y pide son tratados como vacas sagradas intocable, donde la espada de la Diosa Temis nunca llega a cortar en dos.

Décimos estos porque el actual Ministro de la Presidencia Lisandro Mascarulla, quien construyó varias obras en los gobiernos de Danilo Medina, entre ellas la Cárcel de la Nueva Victoria.

Ests obra sobre calidad y construida sobre terrenos pantanoso, es unas de estafas mas rastrera al pueblo dominicano, y que pone en peligro a cientos de reclusos y personal dentro de esas edificaciones.

Ese tulpén y todopoderoso, al parecer es un intocable, ya eje hasta la propia Procuradora Miriam Germán Brito, quien es una muñequita de papel por la falta de responsabilidad en validar con su firma una obra que a todas luces es una afrenta y robo burgar del erario público.

Pero también el presidente de la República se ha hecho de la vista gorda y no se ha dignado en suspender a este señor, al talento cuestionado por la sociedad dominicana, por su implicación en el caso "Medusa", o será que Mascarulla gastó los millones de chanflán en la pasada campaña para que hoy Luís sea presidente y él un DIOS del Olimpo.

Los pueblos donde no reina la justicia, los perversos se salen con las suyas y el pueblo sufre dolores de partos.

Esta justicia dominicana prostituirse hasta el tuétano donde jueces y fiscales están súbditos o bajo la orden imperante palaciegas, la cuál siempre mete sus manos de bajos del refajo hediondo y podrido de ls justicia, cuys Diosa Temis es mas cuerpazo que las prostitutas de la Duarte con Paris.

Bien lo dijo ese gran pensador y filósofo Jean Jaques Rosseut en su obra "Las Fuerzas Morales", cuys frase resa de la manera siguente: "En las sociedades carcomidas por la injusticia los hombres pierden el sentimiento del deber y se apartan de la virtud".

De que justicia del diablo se puede hablar en este país, donde los que están llamado a garantizar loa derechos fundamentales de las personas son los primeros verdugos, donde no hay equidad ni justicia social, donde el que de roba un racimo de guinea le aplican todo el peso de la Ley, pero suave y blando contra aquellos que se roban millones de pesos del pueblo es protegido y premiado, esos ladrones de cuello blancos que se han robando hasta la esperanza al pueblo dominicano.

Aquí en este país, nos encantan endosar a funcionarios, y creernos que son el sanalotodo de los males sociales, todos, los los redentores de la justicia, pero cuando esos funcionarios ocupan los cargos, doblan sus rodillas, enmiden sus lenguas y caen rendidos ante el poder político.

En este caso se les vieron los refajos sucios a Miriam Germán Brito y Jenny Berenice Reynoso, que no son mas que muñequitas de papel al servicio del poder político de turno.